Tres Toritos

Dentro del argot mexicano es muy común escuchar decir “échate un Torito”, esto normalmente quiere decir que alguien te pide que lo retes con alguna frase irónica o bien alguien te pide que demuestres ser mas audaz que los demás.

En el caso de mi pieza, metafóricamente hablando yo reto a los intérpretes y a la audiencia adentrarse a un mundo sonoro de mucha vitalidad y virtuosismo musical. En otras palabras, los músicos desarrollan un tejido complejo donde pareciera que se retan unos a otros, los discursos de cada uno van y vienen, preguntas y respuestas cada vez mas contundentes fluyen sin cesar. Solamente el segundo movimiento invita a la reflexión y al reposo, de ahí su nombre (tregua) y es quizás el único momento donde cada uno prepara su estrategia a seguir. Al final el sonido se vuelve mas agresivo e insistente, una discurso volátil envuelve el ir venir de las ideas de una historia personal que me recuerda de alguna forma mi son favorito de Veracruz “El toro zacamandú”.

La pieza esta dedicada a la memoria del gran músico sonero y amigo entrañable “salvador el negro ojeda”.

— Gabriela Ortiz